Las sesiones de Terapia Floral son un espacio de encuentro profundo, de escucha y de guía. Tienen una duración de una hora y están pensadas para acompañarte a conectar con tu momento actual, con lo que estás sintiendo, con aquello que te moviliza, te limita o te gustaría transformar.
A través de preguntas que funcionan como llaves o portales, vamos recorriendo juntxs el territorio emocional que te habita.
Mi rol es ayudarte a poner en palabras lo que estás atravesando, reconocer patrones, emociones, deseos o bloqueos que quizás hasta ahora no habías logrado ver con claridad.
Durante la sesión, también me sirvo de otras herramientas que he integrado a lo largo de mi recorrido terapéutico y personal, que me permiten afinar aún más la escucha y la mirada.
Al finalizar, nace una fórmula floral personalizada que te acompaña durante tres o cuatro semanas. Las esencias actúan de forma sutil pero profunda, facilitando procesos de integración, sanación y toma de conciencia.
El sistema floral de Bach fue creado en Inglaterra en la década del 30 por el Dr. Edward Bach. Está compuesto por 38 esencias que trabajan en resonancia con nuestra vibración energética, ayudando a equilibrar emociones bloqueadas y fortaleciendo nuestro cuerpo, mente y alma.
Si sentís que este acompañamiento puede ser para vos, te invito a agendar tu sesión. Estaré feliz de recibirte y acompañarte en este camino de reconexión.
La duración de cada sesión es de una hora máximo.
La duración sugerida del proceso es de un mínimo de seis meses.
Es decir, seis sesiones para resultados visibles y sostenidos en el tiempo.
La frecuencia entre sesión y sesión, es de entre tres a cuatro semanas.
Modalidad
-Online via zoom desde donde estes.
-Presencial en Ramos Mejía, Bs As.
Valor de intercambio Argentina
-Presencial u Online: $22.000, incluye el preparado floral
-Online sin incluir el preparado floral: $16.000
Valor de intercambio Exterior
-USD 30, por medio de Paypal
-100 Nis, por medio de BIT, Paybox o transferencia.
*En caso de estar en el exterior, de la sesión nacerá la fórmula floral que luego podrás conseguir en alguna farmacia local que haga los preparados.
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Primer grupo: El MiedoEn este grupo encontramos flores que acompañan distintos tipos de miedo: desde los temores concretos y cotidianos, hasta los miedos más profundos, inexplicables o paralizantes. El sistema floral trabaja sobre un amplio espectro de emociones, y en el caso del miedo, no busca negarlo ni eliminarlo, sino ayudarnos a transitarlo con mayor conciencia, integrarlo y escuchar el mensaje que trae. Cuando el miedo nos gobierna, puede bloquear nuestro accionar, nublar la percepción o alejarnos de nuestra esencia. Estas flores nos invitan a recuperar la calma interior, la confianza, el coraje y el contacto con nuestro centro, para poder seguir adelante con más presencia y claridad
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Segundo Grupo: Incertidumbre y falta de confianzaEste grupo aborda aquellos estados en los que no logramos decidir, avanzar o confiar en nuestras propias percepciones. Abarca desde la vacilación ante decisiones simples, hasta la sensación de estar perdidos o desconectados de un propósito. Las flores de este grupo no solo acompañan la duda mental, sino también la falta de dirección interna, el desaliento que surge cuando no vemos resultados o sentimos que no servimos para algo. Su acción suave pero profunda nos ayuda a reconectar con la intuición, con la seguridad en nosotros mismos, y con la capacidad de elegir desde un lugar más alineado. Porque cuando logramos confiar en nuestro camino, las decisiones se vuelven más livianas y el andar, más firme
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Tercer Grupo: Falta de interés en el presenteEste grupo reúne estados emocionales en los que la persona se desconecta del aquí y ahora. Puede ser a través de la evasión, el ensueño, la nostalgia constante, el agotamiento mental o físico, o incluso una resignación silenciosa. Son flores que invitan a despertar, a volver al momento presente con más vitalidad, atención y compromiso con la propia vida. Cada una trabaja una forma particular de desconexión, pero todas nos ayudan a reestablecer el contacto con lo real, con lo que está ocurriendo ahora mismo, para poder vivir desde un lugar más consciente, sensible y disponible. Porque solo habitando el presente, es posible transformarlo
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Cuarto Grupo: La soledadLas flores de este grupo trabajan emociones que aparecen cuando sentimos que no logramos conectar con los demás desde un lugar genuino. Puede tratarse de personas que eligen la soledad por necesidad de independencia, quienes sienten que “no encajan” o quienes viven con una profunda sensación de aislamiento incluso rodeadas de otros. Este grupo no busca forzar la apertura, sino acompañar el proceso interno que permite suavizar rigideces, comprender los propios ritmos y crear puentes afectivos más auténticos. Las flores actúan despertando la escucha, la paciencia, la flexibilidad y la capacidad de compartirnos con el otro desde lo que verdaderamente somos
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Quinto Grupo: Hipersensibilidad a influencias externasEste grupo acompaña a quienes se ven fácilmente afectados por el entorno, las emociones ajenas o las expectativas de los demás. Personas que suelen decir que “absorben todo”, que les cuesta poner límites o mantenerse fieles a lo que sienten por temor a incomodar o ser rechazadas. Las flores de este grupo ayudan a fortalecer el centro interno, a cultivar la autenticidad y a establecer un equilibrio saludable entre el dar y el recibir. Trabajan para que la sensibilidad no se convierta en debilidad, sino en una herramienta poderosa que, bien encauzada, puede enriquecer los vínculos sin perderse en ellos.
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Sexto Grupo: Desaliento y desesperanzaEste grupo aborda emociones profundas como la tristeza, la falta de fe en uno mismo, el agotamiento del alma y la sensación de haber llegado a un límite. Son flores que acompañan momentos de crisis, donde todo parece perdido o donde cargamos con un peso emocional que nos sobrepasa. También actúan en personas que tienden a exigirse en exceso o que han atravesado muchas pruebas y sienten que ya no pueden más. Estas esencias no niegan el dolor, sino que ayudan a transitarlo con mayor compasión, devolviendo poco a poco la fuerza vital, el valor interno y la esperanza necesaria para seguir adelante.
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Séptimo Grupo: Preocupación exceisva por los demásEste grupo incluye flores que acompañan a quienes viven pendientes de los demás, ya sea desde la sobreprotección, la exigencia, la crítica constante o el deseo de controlar. Muchas veces, detrás de esa actitud hay miedo, rigidez o una forma aprendida de amor que no da lugar a la libertad del otro. Estas flores ayudan a soltar el afán de intervenir en todo, a confiar más en los procesos ajenos y a encontrar una forma más amorosa, abierta y respetuosa de vincularnos. Porque cuando dejamos de querer cambiar a los demás, también liberamos partes de nosotros que estaban atrapadas en ese intento.